Si recién estás entrando al mundo del “sugaring” —ya sea como Sugar Daddy o Sugar Baby— seguro te habrás encontrado con una de las primeras grandes dudas: ¿cómo encarar esa primera cita? Porque claro, no es lo mismo invitar a tomar algo a alguien del trabajo que armar una cita en el universo sugar. Acá las reglas del juego son otras, y si no las tenés claras, podés meter la pata fácil.
No te preocupes, porque para eso estamos. Acá te vamos a contar cómo tenés que manejarte desde el primer mensaje hasta llegar a esa primera cita de calidad, la que marca la diferencia. Porque sí, la primera impresión cuenta… ¡y mucho!
Primer paso: el mensaje
Si estás en un sitio de citas sugar, vas a encontrarte con dos escenarios: o ella te manda mensaje primero, o tenés que arrancar vos. Y ojo, nada de hacerse el misterioso esperando a que todas vengan a vos. Acá el que toma la iniciativa se lleva el premio.
Cuando mandás el primer mensaje, mantenelo simple pero con onda. Presentate brevemente: nombre (o apodo), a qué te dedicás, qué buscás en un arreglo sugar. No hace falta que le cuentes tu vida entera, pero sí mostrá seguridad. Si le interesás, te va a responder. Y si no, ni te gastes en insistir. Hay miles más.
Ahora, si ella te manda primero, respondé con educación y también con una breve presentación. No le tires la ficha de entrada, andá de a poco. Si la charla fluye y ambos están enganchados, ahí sí podés abrirte más y contar un poco más sobre vos, tus intereses, tu estilo de vida.
Y no te olvides de esto: sos el Sugar Daddy, vos liderás la interacción. No esperes que ella tome la posta y te pregunte qué buscás en el arreglo. Preguntá vos. Mostrale que sabés lo que hacés.
Pasá del chat a los mensajes de texto
Si después de algunos mensajes la cosa viene bien, ya es momento de salir del sitio de citas y pasar a algo más directo: empezá a chatear por WhatsApp o por el medio que usen. Esto ya muestra que tenés un interés más real y que querés llevar la relación al siguiente nivel.
Eso sí, no te cuelgues demasiado escribiendo todo el día. El tiempo vale, y tanto vos como ella lo saben. Si empieza a demandarte demasiada atención, con elegancia y sin bardear, hacéselo saber. Un buen arreglo sugar no se basa en estar pegados al celular 24/7.
En esta etapa, si todo viene bien, podés pedirle algunas fotos para conocerla mejor. Pero, por favor, no te vayas al pasto. Si te ponés demasiado explícito, podés espantarla. El respeto ante todo.
El objetivo es claro: verse en persona
Todo el chat tiene que llevar a un punto: conocerse cara a cara. Pero no lo digas así de una. Tirá indirectas, preguntale cuándo va a estar por tu zona o cuándo se libera de la facu, el laburo, lo que sea. Tirale que tenés ganas de conocerla, que te copa cómo se da la charla y que te gustaría que se crucen.
Decile también tus horarios disponibles. Si es una Sugar Baby seria, se va a copar con la idea de una cita y va a buscar coordinar. Si ves que esquiva el tema o no responde, no pierdas el tiempo. Next.
¿Te dice que está de viaje o complicada? Todo bien. Preguntale cuándo vuelve y dejale claro que estás abierto a coordinar cuando ella pueda. Pero no persigas.
La primera cita: donde se define todo
Atención, Sugar Daddies novatos: no arranquen la primera cita pensando que va a haber sexo. Si vas con esa mentalidad, te vas a pegar un palo. La clave es otra: generar buena onda, mostrar tu estilo, y ver si hay química real.
Llevála a un lugar copado, sin exagerar. Una buena comida, un lugar cómodo, linda charla. No hace falta que sea el restaurant más caro de Puerto Madero, pero tampoco un bar de mala muerte.
Durante la cita, tratala bien, hacela sentir especial. Que vea el tipo de vida que podrías ofrecerle si el arreglo sigue. No prometas lo que no podés cumplir, pero sí mostráte generoso, seguro, atento. El objetivo es que ella salga pensando: “che, este chabón vale la pena”.
¿Te pide que le saques un Uber para volver a su casa? Perfecto. Es un gesto básico y hasta esperado. Pero si arranca a pedir cosas fuera de lugar, como guita en efectivo o regalos caros en la primera cita, andá tomando nota. Esa no es una Sugar Baby con la que te convenga tener algo serio.
Una Sugar Baby de verdad, con clase, no espera ningún tipo de “asignación” (allowance) en la primera salida. Eso se charla más adelante, cuando ya hay confianza y las cosas están más claras.
Algunos tips extra que no fallan
- Sé puntual. Llegar tarde da mala imagen.
- Vestite bien. No hace falta que vayas de traje, pero mostrale que tenés estilo.
- Pagá la cuenta sin dudar. No es una salida de Tinder, esto es un arreglo sugar.
- Escuchá. Mostrale interés real en lo que dice, no te la pases hablando de vos.
- Sé sincero. No chamuyes de más ni vendas humo. Lo mejor que podés hacer es ser vos mismo, pero tu mejor versión.
En resumen
Armar una buena cita en el mundo sugar no es tan fácil como parece. Hay que saber moverse, tener claridad sobre lo que buscás y respetar ciertas reglas. Desde el primer mensaje hasta ese encuentro cara a cara, todo suma para construir un arreglo que funcione y que realmente valga la pena.
No se trata solo de guita o regalos, se trata de química, de respeto mutuo, de claridad en lo que cada uno quiere. Si hacés las cosas bien desde el arranque, podés tener una experiencia sugar increíble. Si te mandás cagadas al principio… bueno, aprendé y arrancá de nuevo. Pero no improvises.
Porque en este mundo, el que sabe jugar, siempre tiene ventaja.
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