No hace falta tener un doctorado para entender cómo funcionan las relaciones sugar entre Sugar Daddies y Sugar Babies. Pero tampoco son tan simples como parecen. Como en cualquier vínculo, hay un montón de factores que hacen que una relación funcione (o no). Personalidad, edad, intereses, expectativas… todo influye.
Una de las cosas que más llama la atención en este mundo es que los Sugar Daddies suelen inclinarse por chicas universitarias. ¿Pero por qué? ¿De verdad importa si la Sugar Baby fue a la facu o no? ¿Qué peso tiene la educación en una relación que, a simple vista, parecería estar más basada en lo material o lo emocional?
Bueno… más del que pensás.
La revolución del levante online
Pensemos en esto: ¿cómo conocías antes a alguien para una relación sugar? Tenías que cruzártela en un boliche, una fiesta o porque te la presentaba un amigo. Y aun así, no sabías si esa persona buscaba una relación sugar o algo tradicional.
Hoy, gracias a los sitios de citas sugar, todo eso cambió. La búsqueda es mucho más directa, sin rodeos. Ya sabés que la persona del otro lado está en la misma que vos. Pero además, podés filtrar perfiles por edad, apariencia, gustos, intereses… y sí, por nivel de educación también.
Eso abre un panorama completamente nuevo: los Sugar Daddies ya no eligen solo por una cara bonita o un buen cuerpo. Ahora también miran si la chica fue o está yendo a la universidad, qué estudia, cómo se expresa… Y ahí empieza a pesar la cabeza tanto como el cuerpo.
¿Por qué les atraen tanto las chicas universitarias?
La realidad es que los hombres con guita buscan algo más que una piba linda para mostrar en una cena. Quieren una compañera con la que puedan hablar de cosas interesantes, que sepa comportarse en un evento de alto perfil, que tenga educación, cultura general y un mínimo de mundo.
Muchos Sugar Daddies son empresarios, ejecutivos o profesionales con carreras largas y vidas bastante sofisticadas. Si están en pareja con una chica mucho más joven que ellos (como suele pasar), la diferencia económica ya está asumida, pero quieren que esa brecha no se note tanto en lo intelectual o lo social.
Ahí es donde entra en juego la educación universitaria.
1. Muestra madurez y proyección
Una chica que está estudiando o ya se recibió demuestra compromiso, responsabilidad y ambición. Son cualidades que cualquier hombre valora, incluso más si está dispuesto a invertir tiempo, atención (y plata) en esa relación.
Además, suelen tener otro tipo de conversación. No se quedan en lo superficial. Pueden hablar de política, economía, cultura, actualidad. No se quedan calladas cuando los acompañan a una comida con socios o a un evento empresarial. Saben adaptarse al entorno.
2. Es el combo perfecto: belleza + inteligencia
La típica frase “linda pero hueca” quedó vieja. Hoy por hoy, los hombres que están en una posición alta buscan el combo completo: una mujer que tenga presencia, actitud, pero también cerebro y criterio propio.
Una Sugar Baby que está en la universidad tiene otra forma de ver el mundo. Es más consciente, más segura de sí misma y, muchas veces, mucho más interesante. Y eso se nota desde la primera charla.
3. Genera más atracción (sí, incluso en los buscadores)
Dato no menor: los perfiles que mencionan estudios universitarios reciben más visitas y más mensajes en los sitios de citas sugar. Solo con poner la palabra “universitaria” o indicar qué carrera estudian, las chances de conseguir un buen Sugar Daddy aumentan una barbaridad.
¿Por qué? Porque esa simple palabra ya comunica que hay algo más detrás del perfil: un proyecto de vida, una historia, un presente activo. No es una chica que está esperando que todo le caiga del cielo, sino que también tiene lo suyo.
¿Y qué pasa con las que no estudiaron?
Ojo, esto no quiere decir que una Sugar Baby que no fue a la universidad no pueda tener éxito. Para nada. Hay muchas que se destacan por su carisma, inteligencia emocional o sentido común, y eso también se valora muchísimo.
Pero en líneas generales, los hombres con alto nivel socioeconómico tienden a sentirse más cómodos con alguien que pueda “seguirles el ritmo”, al menos en lo cultural o lo social. No buscan una pareja para educar o formar desde cero. Quieren una compañera que ya tenga sus propias ideas.
¿Es una cuestión de estatus?
Sí, también lo es. No nos hagamos los distraídos. Estar con una chica inteligente y culta también suma al ego y al prestigio del Sugar Daddy. No es lo mismo que lo vean con una modelo que no puede hilar dos frases, a que esté con una estudiante de abogacía o una ingeniera en formación.
Y no se trata solo de lo que piensen los demás, sino de lo que él mismo siente. Muchos hombres se sienten más completos, más valorados, cuando están con una mujer que los desafía intelectualmente. Una Sugar Baby con estudios puede marcar la diferencia entre una relación efímera y una que realmente deje huella.
Conclusión: más allá de la billetera
En el mundo sugar, la belleza sigue importando (y mucho). Pero cada vez más hombres buscan algo más que una cara linda. Buscan una compañera que sepa estar, que sepa hablar, que tenga visión, metas y actitud.
La educación universitaria se volvió una especie de “plus” en este juego. No es imprescindible, pero sí marca un nivel de madurez y ambición que muchos Sugar Daddies valoran más que un buen par de piernas.
Así que si estás estudiando y pensás que no tenés tiempo para nada, acordate de esto: tu carrera también puede abrirte puertas en el mundo sugar. Porque en tiempos donde todos buscan lo fácil, ser una Sugar Baby con cerebro es la mejor estrategia para destacar.